Como todas las noches que no me acuesto excesivamente tarde o no estoy mortalmente cansado, anoche leí un rato. Seguí con las aventuras de ese ingenioso hidalgo y en particular estaba con los consejos que Don Quijote le dio a Sancho antes de que este se fuera a ser gobernador. Y encontré otro motivo más por el cual hay que reconocer que se trata de un magnífico libro, un grande libro, digno, dignísimo de ocupar el sitio que ocupare en todas las lenguas donde hubiere sido traducido y otras más en las que aún no lo hubiere :-).
El caso es que pensé que los consejos de Don Quijote serían un sensacional punto de partida para una entrada del blog. Así que vamos a ello. El texto, cortesía de Google Books para lo bueno y para lo malo, en azul. Solo una cosa, vaya ante todo que son comentarios actuales a formas de entender actualmente algo escrito hace 500 años. No entraré a valorar la vigencia que tenía en su momento sino la actual. Espero que no le siente mal a Cervantes :-).
Bien, la segunda parte es discutible pero podría aceptarla entendiéndola algo así como "siendo sabio, quizás te sientes sobre el hormiguero, pero no permanecerás en él". Sobre lo de temer a Dios, ahí cada uno tendrá su opinión propia. Incluso cuando pensaba que lo más lógico era ser agnóstico pero me consideraba creyente, no comprendía eso de ser "temeroso de Dios". Pensaba que debía hacer las cosas de forma correcta por mí mismo, no por miedo a nadie.
Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte á tí mismo, que es el mas difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana, que quiso igualarse con el buey; que si esto haces vendrá á ser feos pies de la rueda de tu locura la consideracion de haber guardado puercos en tu tierra.Asi es la verdad, respondió Sancho, pero fue cuando muchacho; pero despues algo hombrecillo, gansos fueron los que guardé, que no puercos; pero esto paréceme á mí que no hace al caso, que no todos los que gobiernan vienen de casta de reyes. Asi es verdad, replicó Don Quijote, por lo cual los no de principios nobles deben acompañar la gravedad del cargo que ejercitan con una blanda suavidad, que guiada por la prudencia los libre de la murmuracion maliciosa , de quien no hay estado que se escape.Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linage,y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá á correrte, y precíate mas de ser humilde virtuoso, que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido á la suma dignidad pontificia é imperatoria, y desta verdad te pudiera traer tantos ejemplos que te cansaran.
Quizás pudiera haber troceado el párrafo y hasta cercenar alguna cosilla pero he preferido dejarlo así. Lo importante aquí es que ahora con más sentido, pues hay más gente que antes, es raro encontrar a alguien de valía situado en un puesto de alta responsabilidad. De los partidos políticos mejor ni hablar, el nepotismo sigue funcionando y las ventajas que proporcionan las cunas quizás son solo comparables a las que proporcionan las camas. Por este motivo, independientemente del peldaño de la escalera en el que estés subido, creo que Don Quijote está más que acertado al decir que nunca debemos olvidar de dónde venimos y, que lo único importante es conducirse de forma honesta, por rebajar un poco ese "virtuosa" que utiliza él, por la vida.
Mira, Sancho, si tomas por medio á la virtud, y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para que tener envidia á los que los tienen príncipes y señores, porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.Siendo esto asi, como lo es, si acaso viniere á verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes, no le deseches ni le afrentes, antes le has de acoger, agasajar y regalar, que con esto satisfarás al cielo, que gusta que nadie se desprecie de lo que él hizo, y corresponderás á lo que debes á la naturaleza bien concertada.
Abunda en lo mismo aunque aprovecharé para comentar otra cosa. Lo primero: aquistar. Lo segundo, no es la primera vez que defiendo, aquí y en otros foros, algo que por otra parte no debe causar extrañeza: estoy mucho más orgulloso de las cosas que he conquistado que de aquellas que me han sido otorgadas. En este sentido, uno de mis miedos es que mis hijos, cuando los tenga, vean como normal lo que tantos hijos ven hoy en día y es que no tienen necesidad de ganarse nada: se les da todo.
Si trujeres á tu muger contigo (porque no es bien que los que asisten á gobiernos de mucho tiempo estén sin las propias) enséñala, doctrínala y desbástala de su natural rudeza, porque todo lo que suele adquirir un gobernador discreto suele perder y derramar una muger rústica y tonta.
Si acaso enviudares (cosa que puede suceder), y con el cargo mejorares de consorte, no la tomes tal que te sirva de anzuelo y de caña de pescar, y del no quiero de tu capilla; porque en verdad te digo que de todo aquello que la muger del juez recibiere ha de dar cuenta eí marido en la residencia universal, donde pagará con el cuatro tanto en la muerte las partidas de que no se hubiere hecho cargo en la vida.
Este párrafo me resulta muy gracioso. Pero lo mejor de todo es que existen contemporáneos nuestros que lo firmarían sin rubor, no en vano, no hace tanto tiempo que vemos las cosas de otra manera.
Nunca te guies por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos.
Supongo que se refiere a no confiar en el criterio de autoridad y más concretamente en que el criterio de cualquiera es bueno. Haría falta añadir que tampoco hay que pensar lo contrario, que el único criterio bueno es el nuestro.
Hallen en tí mas compasion las lágrimas del pobre; pero no mas justicia que las informaciones del rico.
Y aquí es donde viene lo mejor, lo que me decidió a escribir sobre ello. No sé si comentar las frases porque realmente se comentan solas. ¡¡¡Podemos aprender tanto de un libro!!!. Lástima que haya tardado tanto tiempo en leerlo.
Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos é importunidades del pobre.
Esto me viene a recordar un caso curioso, por no decir lamentable, que se da casi en cualquier servicio de atención al público, empezando por los profesionales de la sanidad. No termino de entender por qué, al menos en España el que más chilla tiene la razón y te atienden mejor si armas un buen jaleo. Sí, ya sé, existen razones de imagen ... bueno, fundamentalmente razones de imagen. La gente no quiere ser percibida como alguien que hace dejación de su deber o no quiere ser tachada de racista o simplemente es más cómodo atender a esa persona y acabar con la molestia a corto plazo.
Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.
Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia.
No viene a cuento de nada pero en "Scaramouche", película que mi padre tenía grabada y ponía de vez en cuando, enseñan esgrima al protagonista, André Moreau/Stewar Granger, que quería vengar la muerte de su amigo "Marcus Brutus (pseudónimo)" a manos del que luego descubriría que era su hermano, Noel De Maynes/Mel Ferrer. De hecho acaba acudiendo al maestro que enseñó a su enemigo. Este, en una de las primeras lecciones, si no la primera, le dice que tiene que tratar la espada como a un pájaro: "Si lo asís demasiado fuerte, lo matáis, si demasiado flojo, saldrá volando". Como todo en esta vida, la justicia también es una cuestión de proporción y la solución para uno no vale para todos. Así nos va, con enfermos mentales que salen de la cárcel y vuelven a matar y con personas que han tenido mala suerte en la vida y en la cárcel se hacen peores. Ojalá nuestro sistema penitenciario (por cierto, yo sí creo que el adjetivo es correcto), hubiera aprendido algo del Quijote.
Cuando te sucediere juzgar algun pleito de algun tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria, y ponlas en la verdad del caso.
Bueno, aquí en realidad debería desentenderse del caso, no como Garzón, y que sea otro el que proporcione justicia. En caso en que no sea posible, evidentemente hay que hacer un gran esfuerzo para intentar conseguir una objetividad que no se tiene.
Quizás pudiera haber troceado el párrafo y hasta cercenar alguna cosilla pero he preferido dejarlo así. Lo importante aquí es que ahora con más sentido, pues hay más gente que antes, es raro encontrar a alguien de valía situado en un puesto de alta responsabilidad. De los partidos políticos mejor ni hablar, el nepotismo sigue funcionando y las ventajas que proporcionan las cunas quizás son solo comparables a las que proporcionan las camas. Por este motivo, independientemente del peldaño de la escalera en el que estés subido, creo que Don Quijote está más que acertado al decir que nunca debemos olvidar de dónde venimos y, que lo único importante es conducirse de forma honesta, por rebajar un poco ese "virtuosa" que utiliza él, por la vida.
Mira, Sancho, si tomas por medio á la virtud, y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para que tener envidia á los que los tienen príncipes y señores, porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.Siendo esto asi, como lo es, si acaso viniere á verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes, no le deseches ni le afrentes, antes le has de acoger, agasajar y regalar, que con esto satisfarás al cielo, que gusta que nadie se desprecie de lo que él hizo, y corresponderás á lo que debes á la naturaleza bien concertada.
Abunda en lo mismo aunque aprovecharé para comentar otra cosa. Lo primero: aquistar. Lo segundo, no es la primera vez que defiendo, aquí y en otros foros, algo que por otra parte no debe causar extrañeza: estoy mucho más orgulloso de las cosas que he conquistado que de aquellas que me han sido otorgadas. En este sentido, uno de mis miedos es que mis hijos, cuando los tenga, vean como normal lo que tantos hijos ven hoy en día y es que no tienen necesidad de ganarse nada: se les da todo.
Si trujeres á tu muger contigo (porque no es bien que los que asisten á gobiernos de mucho tiempo estén sin las propias) enséñala, doctrínala y desbástala de su natural rudeza, porque todo lo que suele adquirir un gobernador discreto suele perder y derramar una muger rústica y tonta.
Si acaso enviudares (cosa que puede suceder), y con el cargo mejorares de consorte, no la tomes tal que te sirva de anzuelo y de caña de pescar, y del no quiero de tu capilla; porque en verdad te digo que de todo aquello que la muger del juez recibiere ha de dar cuenta eí marido en la residencia universal, donde pagará con el cuatro tanto en la muerte las partidas de que no se hubiere hecho cargo en la vida.
Este párrafo me resulta muy gracioso. Pero lo mejor de todo es que existen contemporáneos nuestros que lo firmarían sin rubor, no en vano, no hace tanto tiempo que vemos las cosas de otra manera.
Nunca te guies por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos.
Supongo que se refiere a no confiar en el criterio de autoridad y más concretamente en que el criterio de cualquiera es bueno. Haría falta añadir que tampoco hay que pensar lo contrario, que el único criterio bueno es el nuestro.
Hallen en tí mas compasion las lágrimas del pobre; pero no mas justicia que las informaciones del rico.
Y aquí es donde viene lo mejor, lo que me decidió a escribir sobre ello. No sé si comentar las frases porque realmente se comentan solas. ¡¡¡Podemos aprender tanto de un libro!!!. Lástima que haya tardado tanto tiempo en leerlo.
Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos é importunidades del pobre.
Esto me viene a recordar un caso curioso, por no decir lamentable, que se da casi en cualquier servicio de atención al público, empezando por los profesionales de la sanidad. No termino de entender por qué, al menos en España el que más chilla tiene la razón y te atienden mejor si armas un buen jaleo. Sí, ya sé, existen razones de imagen ... bueno, fundamentalmente razones de imagen. La gente no quiere ser percibida como alguien que hace dejación de su deber o no quiere ser tachada de racista o simplemente es más cómodo atender a esa persona y acabar con la molestia a corto plazo.
Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.
Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia.
No viene a cuento de nada pero en "Scaramouche", película que mi padre tenía grabada y ponía de vez en cuando, enseñan esgrima al protagonista, André Moreau/Stewar Granger, que quería vengar la muerte de su amigo "Marcus Brutus (pseudónimo)" a manos del que luego descubriría que era su hermano, Noel De Maynes/Mel Ferrer. De hecho acaba acudiendo al maestro que enseñó a su enemigo. Este, en una de las primeras lecciones, si no la primera, le dice que tiene que tratar la espada como a un pájaro: "Si lo asís demasiado fuerte, lo matáis, si demasiado flojo, saldrá volando". Como todo en esta vida, la justicia también es una cuestión de proporción y la solución para uno no vale para todos. Así nos va, con enfermos mentales que salen de la cárcel y vuelven a matar y con personas que han tenido mala suerte en la vida y en la cárcel se hacen peores. Ojalá nuestro sistema penitenciario (por cierto, yo sí creo que el adjetivo es correcto), hubiera aprendido algo del Quijote.
Cuando te sucediere juzgar algun pleito de algun tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria, y ponlas en la verdad del caso.
Bueno, aquí en realidad debería desentenderse del caso, no como Garzón, y que sea otro el que proporcione justicia. En caso en que no sea posible, evidentemente hay que hacer un gran esfuerzo para intentar conseguir una objetividad que no se tiene.
No te ciegue la pasion propia en la causa agena, que los yerros que en ella hicieres las mas veces serán sin remedio, y si le tuvieren será á costa de tu crédito y aun de tu hacienda.
Esto me recuerda a otro clásico, el Señor de los Anillos y el mejor alegato contra la pena de muerte que, posiblemente, jamás se haya escrito. En versión original: Many that live deserve death. Some that die deserve life. Can you give it to them, Frodo? Do not be too eager to deal out death in judgment. Even the very wise cannot see all ends.
Si alguna muger hermosa viniere á pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas, y tus oidos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razon en su llanto y tu bondad en sus suspiros.
Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio sin la añadidura de las malas razones.
Al culpado que cayere debajo de tu juridicion considérale hombre miserable, sujeto á las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio á la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque aunque los atributos de Dios todos son iguales, mas resplandece y campea á nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia.
Esto me recuerda a otro clásico, el Señor de los Anillos y el mejor alegato contra la pena de muerte que, posiblemente, jamás se haya escrito. En versión original: Many that live deserve death. Some that die deserve life. Can you give it to them, Frodo? Do not be too eager to deal out death in judgment. Even the very wise cannot see all ends.
Si alguna muger hermosa viniere á pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas, y tus oidos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razon en su llanto y tu bondad en sus suspiros.
Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio sin la añadidura de las malas razones.
Al culpado que cayere debajo de tu juridicion considérale hombre miserable, sujeto á las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio á la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque aunque los atributos de Dios todos son iguales, mas resplandece y campea á nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia.
Posiblemente comentado con anterioridad.
Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus dias, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible, casarás tus hijos como quisieres, títulos tendrán ellos y tus nietos, vivirás en paz y beneplácito de las gentes, y en los últimos pasos do la vida te alcanzará el de la muerte en vejez suave y madura , y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos. Esto que hasta aqui te he dicho son documentos que han de adornar tu alma: escucha ahora los que han de servir para adorno del cuerpo.
Esto es posiblemente materia para otra entrada muy diferente, una que trate sobre la muerte en profundidad. Hasta ahora solo he comentado cuando la muerte ha rozado (con eso basta) a algún familiar o algún conocido. Sin duda es un tema tabú. Actuamos como si no existiera y luego pasa lo que pasa. Pero eso, como digo, será otro día, aunque no sé cuándo.
Un saludo, Domingo.
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