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sábado, 23 de enero de 2010

¿Somos lo que valoramos?

Hay de todo y dentro de ese todo hay gradaciones. Pero ¿somos lo que valoramos? ¿lo que valoramos en nosotros? ¿lo que valoramos en los demás?. ¿Valoramos lo que somos por encima de lo que valoramos en los demás o viceversa?. Todo esto lo digo simplemente por un par de cosas que me han ocurrido en el trabajo. No suelo hablar del trabajo más que lo estrictamente necesario pero esto sí voy a comentarlo. En primer lugar porque no es nada malo y en segundo lugar porque creo que puede arrojar algo de luz acerca de cómo somos algunos de nosotros.

En concreto se trata de una persona con un fabuloso dominio de Excel, tanto en las cosas que se pueden hacer como con las combinaciones de teclas para no necesitar el teclado y así trabajar más rápidamente. El caso es que dominaba el Excel 2003 pero ahora con Excel 2007 hay cosas que, según parece, ya no se pueden hacer. El caso es que estaba intentando hacer algo cuando yo le dije "Control-Más". Pulsó la combinación de teclas y ¡¡¡Eureka!!! era lo que él quería.

Tras eso, un par de reuniones después estaba con su excel comentando lo que hacía en voz alta y dice ... "pulsamos Control-Más" ... y otro par de días después igual y además dice ... "esto me lo enseñaste tú". Para colmo, poco después le comenté que existía el Ctrl+Shift+Tab que también desconocía.

El caso es que tengo la sensación de que, por esas dos cosas tan simples, su valoración sobre mí se ha visto incrementada. No sé si será así, es solo una percepción, pero sí sé que no debería ser así. Y no es por mi caso, es algo general en todos los órdenes y en particular en el orden laboral. Resulta que todos los años hay personas que reciben un reconocimiento de merecimiento hasta dudoso y otras personas de mucho mayor merecimiento, no lo reciben.

A pesar de todo, el merecimiento es algo que no termina de estar bien definido. Supuestamente debería ser el propio de una meritocracia. Realmente es lo que, el que lo da, piensa que es. Esto es un tema que ya he tratado, de soslayo, alguna vez en el blog y así, de soslayo, se quedará hoy también.

Volviendo a lo que da título a la entrada, en este caso yo creo que esta persona valora las cosas que hace y tiende a medir a los demás con la misma regla con la que se mide a él mismo. Otras personas parecen pedir a los demás que se comporten de una forma que les es desconocida. O incluso mejor, les es conocida pero solo de nombre.

Bueno, vaya metedura de pata :-S. Cuando empecé a escribir, no recuerdo qué pasaba con blogger que no me funcionaba y guardé la entrada en otro lado. El otro día la vi, y pensé que como ya la había publicado, la podía borrar :-S. Nada más lejos de la realidad así que esta entrada se ha perdido casi totalmente como lágrimas en la lluvia. Intentaré completarla con lo que recuerde y posiblmemente pase a otra y ya está. A ver si eso me sirve de lección para la próxima vez.

Pues creo recordar que, de lo anterior, pasaba a comentar que debe haber dos tipos de personas o dos tipos de perfiles de personas. El primer tipo sería el que acabo de describir aunque solo sea parcialmente. Este tipo de personas valoran una serie de cosas, que posiblemente ellos tienen, y cuanto más te parezcas a ellos más te valoran. Esto puede tener este sentido u otro pero bueno, creo que sí que existe este perfil. Más que nada porque posiblemente yo sea uno de ellos :-).

Hay también otro tipo de personas fácilmente reconocible. Se trata del tipo de personas que no se sabe muy bien lo que valoran aunque posiblemente solo se valoran a ellas mismas. Este tipo de personas es además muy curioso porque siempre se sentirán víctimas de todo, aunque la culpa de su situación sea única y exclusivamente suya. Un caso arquetípico puede ser el de aquel que solo ve la pija en el ojo ajeno y no la vaga en el propio. Bueno, quizás eran otras cosas las que había en los globos oculares de uno y otro pero creo que se me entiende :-).

Por último, por supuesto que tiene que haber casos intermedios. Pocas cosas habrá en las que solo haya blanco y negro. Pero esos casos intermedios son probablemente más aburridos y, ahora mismo, no se me ocurren ejemplos relevantes.

Y recuerdo ya otra parte que había escrito en la entrada perdida. Rememoraba entonces una entrevista a Mario Conde que vi hace poco. Le preguntaban cómo había podido resistir en los días bajos en la cárcel (que alguno debió tener). Él, que por cierto es una persona ha emitido algunas de las declaraciones más lógicas, coherentes y atinadas que he escuchado recientemente, comentó que siempre había sabido quién era. Comentaba además que hay personas que se confunden con su cargo. Él no; él no era el presidente de Banesto, él era Mario Conde y trabajaba como presidente de Banesto. De igual forma, él no era un preso, él era Mario Conde y se encontraba en prisión.

Esa forma de pensar le había permitido superar esos momentos tan duros, momentos que por otro lado supongo que tampoco son insalvables porque las cárceles están llenas de personas, ciertamente de otro extracto social y con menores posibilidades económicas, que salen adelante.

Así que, respondiendo a la pregunta del título: depende de la persona. Algunos valoran lo que son, otros son (o quieren ser) lo que valoran y otros se creen alguien, no son nadie y no valoran a nada. Esperemos no ser de estos últimos.

Un saludo, Domingo.

domingo, 17 de enero de 2010

Hasta arriba

Hasta arriba de trabajo, así estoy y esto no ha hecho nada más que empezar. La verdad es que fue curioso porque durante los primeros 3-4 días todo había sido demasiado tranquilo. Entonces me dio por pensar que incluso podría tratarse de un período de cortesía antes de que empezara el auténtico bombardeo. El caso es que no sé si realmente fue un período de cortesía o simplemente casualidad pero lo cierto es que ya a finales de la semana pasada mi carga de trabajo aumentó considerablemente. Y esta semana no digamos :-O.

En el lado positivo está que al menos he conseguido quitarme del medio dos de los puntos que más dolores de cabeza me iban a dar. El último, este mismo viernes a ultimísima hora. Tras haber "invertido" varias horas en reuniones sin fin, justo cuando me iba a ir me dijeron cómo podía solucionarse el problema. Así que abrí de nuevo el programa, cambié la configuración y .... ¡¡¡Eureka!!!.

A ver si entre eso y las cosas que supuestamente me han quitado de encima ya puedo centrarme en todas las demás cosas. Pero eso será ya mañana y no es necesario anticiparlo pues vendrá de todas formas :-). Ahora mejor me centro en lo auténticamente importante que es todo lo que no tiene que ver con el trabajo. Podemos empezar por ejemplo por el fútbol. El jueves estuvo bien, moderadamente bien. Sigo sin salir contento al cien por cien de ese tipo de partidos pero al menos di un buen centro de gol y seguí corriendo para arriba y para abajo durante todo el partido. Aunque lo mejor de todo fue, sin duda, que el viernes me encontraba bastante bien, sin molestias en las rodillas y sin ese agarrotamiento en las piernas que normalmente presidían esas mañanas.

No sé si sería casualidad pero esperemos que no lo sea. Por otro lado, más que probable sí que es seguro que mañana todavía me duren las secuelas de la caída de ayer y es que ayer me caí también jugando al fútbol. Y la verdad es que caí bastante bien, solo llevándome el consiguiente golpe en la rodilla, la cadera y el codo que quedaron ligeramente magullados pero sin que llegara a brotar sangre. Comparando con otras caídas cuando pesaba más, creo que posiblemente entonces a pesar de ir con menos velocidad, la obesidad me hacía caer a plomo mientras que esta vez solo me caí a secas.

Y otra consecuencia más de la bajada de peso es el poder estar corriendo a más velocidad durante más tiempo. En concreto, este sábado debimos estar jugando casi tres horas y sudé casi como en verano. Tan copiosa sudoración ya me hacía presagiar una tarde de dolores de cabeza importante pero no, no sé muy bien si sería el efecto retrasado de los plátanos, si que también ingerí azúcar por la tarde que también parece tener un efecto positivo sobre las cefaleas pero el caso es que me encontré divinamente ... todo lo divinamente que te puedas encontrar tras jugar 3 horas al fútbol :-).

Y nada; supongo que podría contar más cosas pero las dejaremos para la próxima ocasión. Ahora mismo voy a ver si retomo la sana costumbre de aprovechar para leer un rato antes de acostarme. Cuando acabe el libro que he empezado a leer esta semana y que tiene pinta de ser uno de estos best-sellers que más bien parecen guiones de película que libros, me he propuesto la ingente tarea de leer El Quijote ... que ya era hora. Lo que no sé es si será sacrilegio intentar leerlo en un idioma que no sea el español antes de hacerlo en español. O incluso quizás debería leerlo en español para que luego el vocabulario me sea más fácil. No sé, ya veremos.

Un saludo, Domingo.

sábado, 9 de enero de 2010

Vuelta al trabajo

Pues ya estamos de vuelta, como casi todo hijo de vecino. La verdad es que hacía años que no me tomaba un mes entero de vacaciones porque normalmente prefería tomarme dos quincenas y a poder ser una justo al principio del verano y la otra justo al final. Este año mis vacaciones estivales se han unido con las de Navidad formando un lapso de tiempo tan apetitoso como rápido en irse.

Por supuesto, el comentario habitual de algunos siempre tenía como objetivo la duración de las vacaciones y no el hecho de que todavía no hubiera disfrutado las de verano. Pero bueno, tampoco es que pueda yo quejarme, que hay gente que o bien no ha disfrutado ningún tipo de vacaciones, o muchas menos de las que debía/merecía o, por el contrario, llevan tiempo de vacaciones pero más que nada porque no encuentran trabajo.

¿Y cómo han sido las vacaciones?. Pues en general ocupadas con la casa. Sí que es cierto que hubo algún que otro día que simplemente me dediqué a vaguear pero el resto ha sido "casero", del otro tipo. Además, he tenido abandonado el deporte porque entre la lluvia y que Nochebuena y Nochevieja caían en jueves, casi he estado tres semanas sin hacer deporte ... y comiendo. Y se nota, ya te digo que si se nota. Por ahora la Wii ya me ha dicho de nuevo que estoy en la zona de obesidad en vez de en la de sobrepeso :-S. Así que el trabajo me vendrá bien también para regular las ingestas calóricas. La verdad es que es mucho más fácil pedir un plato en vez de dos a contenerte cuando tienes delante tentaciones en forma de deliciosa comida (o simplemente comida, que uno tampoco es tan sibarita).

También tenía mis dudas acerca de a qué proyecto me mandarían una vez regresado. Yo pensaba que sería en el proyecto A debido sobre todo a tal y cual sospecha. Pero no, resulta que al final vuelvo al mismo proyecto en el que estaba justo antes de que me mandaran a Bratislava. Lo curioso del tema es que ya me habían confirmado que no volvía a él pero claro, se ve que han cambiado de opinión, algo no tan raro y menos en estos tiempos :-).

Así que ahí estamos prestos a meternos ya mismo en la dinámica de continuas reuniones, peticiones, cambios etc. A mí la verdad es que a estas alturas de la película ya me da igual. Intentaremos hacerlo lo mejor posible y ya está. Lo que sí me gusta más de la vuelta es lo mejor que siempre ha tenido el trabajo y son los compañeros. Así que la vuelta también nos ha permitido empezar a ponernos al día sobre cosas que han sucedido en los últimos meses.

Y hablando de vueltas, también está la vuelta al fútbol. Esta semana ya ha sido la primera "normal" en cuanto al tema deportivo. Y además ha empezado de forma arrolladora en cuanto al número de goles. El jueves marqué tres, dos en propia puerta (en realidad uno al cortar un balón, el otro simplemente era un disparo fuerte, me cubrí, me dio y el rebote entró). Eso sí, el que marqué fue bastante bueno para lo que suelo ser yo, ajustado a la base del poste. Y eso también, fallé uno de forma incomprensible ... para otro y perfectamente comprensible en mí :-).

Esta mañana, hemos vuelto al fútbol de los sábados, con un frío algo menor que el del jueves por la noche y que permitía romper a sudar. El partido ha estado muy bien, al igual que el jueves se demostró que mi forma física no ha perdido mucho y otra vez he estado corriendo arriba y abajo todo el partido. Lo único ha sido que como tardábamos en sudar, también tardamos en beber y no sé si eso es parte integrante del dolor de cabeza que ahora tengo.

Además, al igual que el jueves, también he empezado hoy marcando un montón de goles. Sobre todo para lo que suelo ser yo, claro está. A ver si la "dieta" del trabajo me permite volver pronto al peso "ideal" y los goles no se resienten :-).

¿Algo más que comentar?. Pues posiblemente sí: la lluvia. En Málaga ha estado lloviendo como hacía tiempo que no lo hacía. De hecho lo que le viene a uno a la cabeza en estos momentos son las inundaciones del 89, cuando estaba yo en octavo de EGB. Veinte años y unos meses después, más concretamente el jueves pasado, fui al Ayuntamiento de Torremolinos para unos papeleos a primera hora y durante todo el trayecto no paraba de llover a mares. A pesar de todo, la carretera solo tenía algunas pequeñas balsas de agua, pero no las inundaciones que ha habido en otras zonas de la ciudad. Tras el papeleo, me dirigía al Parque y pensé si ir por el polígono, que normalmente debía ser algo más rápido. Pensé que no, que por la autovía se iba bien y que quizás aquella zona podía tener más charcos y peor circulación. Luego me enteré de que incluso centros comerciales acabaron anegados y tuvieron que cerrar, por no hablar de las auténticas riadas que había por algunos sitios.

Esperemos que haya unos cuantos días sin lluvia para que se vayan secando las cosas ... y las casas :-).

Un saludo, Domingo.

viernes, 1 de enero de 2010

2010 Adelante

Pues eso, el nombre del blog de este año rompe un poquito la tradición. Hasta ahora había tenido coletillas en inglés y, el año pasado, en francés. Este año lleva solo una palabra, palabra que parece sacada de la publicidad de un banco pero que ha sido la elegida para representar al año que hoy empieza.

Espero que además del "Adelante" personal también pueda suponer un "Adelante" para todas esas personas que nos rodean y que, en general, sea un año mejor que el año que acabamos de dejar atrás. Ese año, por otro lado, ha hecho buenas las bromas que se decían justo hace uno y que comentaban que la gente había pasado ya a felicitar el 2010 porque el 2009 lo daban ya por perdido. A ver si las felicitaciones de este año sí que son realmente válidas y el 2010 es próspero para todos.

Un saludo, Domingo.