Rompo parcialmente mi voto de no comentar cosas del trabajo, aunque en qué medida. Conforme vaya escribiendo supongo que iré perfilando lo que quiero y no quiero decir. Por lo pronto, el título de la entrada está mal porque no es "la empresa privada" en general, sino la empresa en la que yo trabajo, digamos que una filial de una gran internacional.
El caso es que la filial española ha tenido algún que otro comportamiento digno de mención. Estando en Bratislava, me llamó la atención la claridad con la que trataban su situación. Y eso que todavía no había visto los cambios que se producirían aquí en España en el, digamos, proceso de comunicación con los empleados. Pero en poco tiempo se vio que ambas filiales eran como el día y la noche. Solo se me ocurre calificar la situación española de oscurantismo pero entiendo que eso es por mis carencias de vocabulario. Tiene que haber alguna otra expresión, negro como la boca de un lobo, negro como el espacio exterior, negro como un agujero negro ... algo así. En cualquier caso, creo que se entiende.
Hasta el año pasado, nos comunicaban las promociones y los aumentos de sueldo a finales de Julio, principios de Agosto en el peor de los casos. Y los jefes hacían lo posible, o lo parecía, para que todo el mundo recibiera su comunicación. El año pasado todo cambió. Por lo pronto nos dijeron que nada de Julio/Agosto, sino a principios de Septiembre como el resto de empresas cuya matriz es estadounidense. Por lo visto solo España y Portugal tenían esa mala costumbre de irse de vacaciones sabiendo lo que iban a cobrar a la vuelta y con esa decisión, por fin había sido convenientemente subsanada la desigualdad.
Eso sí, la comunicación no fue el día 1 de septiembre, ni siquiera cuando un error permitió, momentáneamente, a algunos empleados acceder a parte de la información. La comunicación de promociones quizás sí. La de las promociones de jefes seguro que sí porque eso corresponde a la matriz y ahí son puntuales. La de los cambios salariales tuvo lugar el día cuatro, un viernes, por la tarde, cuando ya no había nadie trabajando.
Quedaba ver qué pasaría esta año. Yo apostaba por que se volvería a repetir el numerito. Algunos decían que el miércoles día 1 porque además la web estuvo inactiva durante un tiempo. Finalmente no fue el miércoles, ni el jueves ... pero tampoco gané la apuesta. Tampoco fue el viernes ni por la tarde ni por la noche ni nada, a pesar de que la web volvió a estar inactiva. No sé cuándo será pero intuyo que posiblemente el lunes.
¿Por qué?. Pues la verdad es que no lo sé pero puede que sea una estrategia empresarial. Hasta hace un par de años, casi todas las acciones que se tomaban iban encaminadas a "parar la rotación". No la de la Tierra, claro está, la de los empleados que abandonaban la empresa en busca de una competencia, normalmente, mejor pagadora. Por esto tenía sentido dar las subidas justo antes de las vacaciones. Era un hecho que mucha gente se mosqueaba, expresaba su intención de abandonar el barco, pero tras unas merecidas y relajantes vacaciones, pensaban que la situación tampoco era tan mala y se quedaban.
Pero el año pasado estábamos en crisis y este la situación no es excesivamente mejor. Este cambio de estrategia, aparte del "alineamiento" de compañías, que podría ser algo impuesto, pareciera que tiene como objetivo que la gente espere durante una semana, se entere de lo que hay un lunes y, sin fin de semana reparador de por medio, enfurezca y se ponga a echar CVs a diestro y siniestro, que Dios mediante, acaben fomentando la rotación.
Lo malo es que esto es como los inventos, genuinos, de los que hablan cada cierto tiempo y que permiten condensar el agua de la atmósfera de forma que podríamos beberla. En seguida el periodista de turno habla de una posible aplicación en las zonas desérticas para acabar con los problemas de agua. Mire usted, el aparato, que funciona perfectamente, se lo lleva usted a Irlanda y le saca agua de donde quiera, pero ese agua no es necesaria pues si hay agua en la atmósfera, también llueve más y hay ríos y lagos y agua en abundancia. Y en el Sáhara, la máquina tras tres días funcionando sería un milagro si pudiera condensar un dedal de agua. Pues eso, si los responsables españoles quisieran con estas medidas que la gente se vaya; con la situación actual, me da que no lo van a conseguir.
Un saludo, Domingo.
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