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sábado, 27 de noviembre de 2010

Llueve en Granada

No sé por qué se me ha metido en la cabeza que tiene que estar lloviendo en Granada. Imagino que sí, que como en toda España. Imagino también que esto confundiendo "Llueve en Granada" que buscándolo en Google no llega a 400.000 resultados con "Muerte en Granada", que supera los tres millones. Google también nos da otra pista y es que en Granada llueve más del doble que en Málaga. Y es que hoy está lloviendo en Málaga.

Desde la salita de la casa de mis padres, escucho cómo las gotas de lluvia repiquetean en los tejados de uralita de los patios. Si me fuera al salón o a la terraza escucharía la lluvia en la calle o en las ventanas. Eso no lo escucho en mi casa y me resulta extraño. Tampoco sé exactamente por qué no lo escucho aunque imagino que es porque el toldo lo impide.

Un saludo, Domingo.

Llegar a los 80

Mi abuela paterna llegó a los ochenta ... hace diez. El otro día hablaba con ella y me decía que no sabía si podría venir más a casa de mis padres. A la pobre se le está juntando todo y quizás entre ese todo están las Navidades, más cerca que nunca y toda la carga emocional que llevan para las personas mayores. No solo eso, la edad tampoco debe ponérselo fácil. A mí me dijo el otro día dos veces lo mismo. Antes podía hacerlo con un lapso de tiempo de diferencia, pero esta vez fue casi seguido. No hay necesidad de pensar en una posible demencia senil, pero tampoco se puede obviar que tiene 90 años. En cualquier caso, mi abuela sí que llegó a los ochenta.

Mi otra abuela también llegó a los ochenta, hace un par de ellos. Y es de estas mujeres que entierran a todos sus descendientes. El año pasado ya tuvo que enterrar a uno, mi tío, así que a ver qué tal lo lleva este año. En cualquier caso, todavía es "joven" y puede presumir de haber llegado a los ochenta muy bien. Por mucho que luego se empeñe en mostrarte las muñecas y decir que tiene los huesos salidos :-).

Mis abuelos no llegaron a los ochenta. Se ve que la pareja de cromosomas XY se escribe con ye minúscula (no sé si me acostumbraré algún día, aunque imagino que sí) . Mi abuelo paterno murió bastante joven, unos sesenta años. Mi abuela, la pobre, quedó viuda con 50 y me da que hace ya unos años que quisiera acompañarlo, no en vano ahora, tras las cosas que le ha tocado vivir y que todavía vive, se siente desdichada y entonces se sentía querida; muy querida, dice ella. Mi abuelo paterno, ese del que se supone que heredé su habilidad para hacer cuentas con la tiza en la barra del bar, murió un año antes de que yo naciera, creo que de una trombosis que acabó en embolia, lo que parece que ahora se conoce como ACV (Accidente Cerebro Vascular).

Mi abuelo materno murió cuando yo tenía dieciocho años. A él si lo conocí, claro está. Y creo que ya lo he dicho alguna vez, pero lo recuerdo como un buen hombre. Murió de un infarto pero muy posiblemente la causa principal fue el humo de los cigarros que fumó, abiertamente o a escondidas, durante toda su vida.

Mi padre no sé si llegará a los 80 pero lo dudo porque no se cuida. Nunca ha querido seriamente dejar de fumar y además siempre ha sido moderadamente obeso. Físicamente o, mejor dicho, antropomórficamente, él yo y somos muy parecidos. Espaldas anchas, piernas fuertes, bajitos ... por eso tengo que aprender de sus errores. Sobre todo de sus errores, también de los de mis abuelos pero sobre todo de los suyos. A mi favor tengo el no haber probado un pitillo en mi vida (qué raro suena lo de pitillo, creo que ya no debe usarse mucho). En mi contra que durante muchos años he sido obeso.

Él es hipertenso y ha tenido problemas de úlceras. Yo siempre he tenido la tensión bien, pero por la zona alta. Y cuando se envejece sube ... mal asunto. Hasta ahora me controlo con las grasas y estoy controlando la sal todavía más, si cabe. Pero creo que el factor diferencial pasa por la pérdida de peso. Y en ello estamos porque, a mis treinta y cuatro, estoy a punto de llegar a los ochenta. Una cantidad de kilos que no debía tener desde los 12 años o así. Con 13 recuerdo que me pesaron en el médico y pesaba más de ochenta. Así que espero que durante las próximas semanas, en algún momento de las mismas, la gráfica de mi peso empiece a bailar un zapateado sobre la línea de los ochenta. Y también espero que llegue el momento en que dicha gráfica oscile única y exclusivamente por debajo de esa línea.

No solo eso, también espero que dentro de uno o dos meses el zapateado se desplace a la línea de los setenta y cinco kilos. Entonces lo mismo escribo una entrada que trate sobre llegar a los setenta y cinco y espero que pueda decir que mi padre todavía lo está intentando. Porque mi padre se opera el lunes. Se opera "contra" una serie de circunstancias, algunas relacionadas con su estilo de vida (espero que la mayoría). Esperemos que la operación salga como se supone que debe salir, que es sin causar ningún daño adicional y aliviando los efectos negativos de esa serie de circunstancias. Esperemos, porque por mucho que no me haga caso, por mucho que no me gusten algunas de las cosas que hace o dice, la opción de que mis hijos tampoco puedan conocer a su abuelo paterno me gusta todavía menos.

Un saludo, Domingo.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Mi TV

Televisión, eso que tanto veía de niño. Por cierto, recuerdo que ya de niño me debían gustar las estadísticas. Debía tener algo menos de 10 años cuando escuché que el consumo medio de TV por persona y día era de unas ¿2-3 horas?. Me pareció un consumo ridículo. Yo veía la televisión casi toda la tarde y luego también por la noche. Las 5 horas no debía quitármelas nadie. Es curioso porque no me pregunté si un adulto podría ver la televisión más o menos tiempo que yo sino si "yo, de adulto", vería la televisión más o menos que entonces. Mi conclusión fue que, aunque la viera menos, seguro que sería esa cantidad (2-3 horas) por lo que la media no quedaba más remedio que ser superior a la que habían dicho.

Veintitantos años después, apenas veo nada. Lo único es a la hora de cenar ... y no es ninguna de las trescientas cadenas que ahora nos trae la TDT. Básicamente todas son igual de malas. Así que durante la cena vemos alguna serie. Series que, lo suyo, es que ya estén acabadas, para no tener que estar esperando semana a semana que saquen un nuevo capítulo. Lamentablemente las que tienen más fama o las mejores de hoy en día, no lo están y hay que ir viéndolas poco a poco. O, mejor dicho, hay que ir intercalándolas con las ya acabadas.

Así, hace poco más de una semana acabamos de ver "Lost" y ahora estamos viendo "Dexter", que en cosa de uno o dos meses imagino que pasará a ser de las que haya que ver una vez a la semana ... en el mejor de los casos. Sobre "Lost", en su momento no fui ajeno a todo lo que se organizó, los famosos números, su significado, etc. Y luego, casi lo mismo para el final de la serie.

Pues bien, ¿qué me pareció a mí?. Bueno, si ya nos situamos en que todo pasa en una isla misteriosa, mágica y pseudo mitológica, no me pareció mal o incluso me gustó. No sé si ya desde el principio tenían la idea general o si fue evolucionando con la serie. Yo opto más por esta segunda opción. Las primera temporada, vale, inicial de contacto, cosas raras pero poco más. Pero la segunda y la tercera empezaron de forma horrible, intentando meter con calzador las cosas que se inventaban. Una vez pasados los primeros, digamos, diez capítulos, ya sí mejoraba. La temporada cuarta más o menos coherente y la quinta bastante bien, incluyendo el factor mitológico.

¿Qué es lo que me ha gustado más?. Pues, sin duda, todo lo que tenía que ver con el manejo del tiempo, los viajes en el tiempo y demás. Pero claro, esa es mi debilidad. Si escribiera un libro me gustaría que incorporara algo de ello. Y la quinta temporada con la doble realidad y su mezcla parcial en los últimos capítulos y total en el último, también me gustó.

Hubo mucha gente que salió quejándose pero me da que pueden ser los mismos que se quejaron de Matrix porque no entendieron la trama. Y luego hay un epílogo en el que se confirman las sospechas, aunque no sé si el epílogo lo han emitido en español. En fin, no es precisamente un tema apasionante, aunque a algunos les apasiona, pero sí que puede ser una buena forma de pasar el rato. Sobre todo si en vez de ver "Lost" ves "The Big Bang Theory", que esta temporada es simplemente hilarante. Casi más que escribir un libro, me gustaría ser capaz de escribir esos guiones. Y entre capítulo suelto de "TBBT" y de "Dexter", también va alguno de "Cómo conocí a vuestra madre", que esta temporada está simplemente regular.

Un saludo, Domingo.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Otra profesión

No, no cambio de profesión. Es solo un ejercicio mental por si alguna vez tuviera que hacerlo. Es decir, si tuviera que cambiar de profesión, ¿qué profesión preferiría?. Evidentemente digo "preferiría" porque al final cabe la posibilidad de que pudiera elegir o cabe la posibilidad de que no.

Posiblemente intentaría evitar mi profesión actual. ¿Alguna excepción?. Quizás. Lo mismo algún puesto más "directivo", aunque no lo tengo muy claro. Mis preferencias, sin duda, irían por un trabajo con un horario de 8 a 15. Esta limitación casi que te restringe a un trabajo "funcionarial". Y decididos a opositar, dos caladeros claros: trabajar de informático o trabajar de profesor. El trabajo de profesor sigue sin atraerme del todo. No es por nada, es que todavía pienso que bastante complicado es para el que le gusta como para meterte sin que te guste. Otra cosa sería un trabajo en una universidad aunque, ahora mismo, no es algo realista y en un futuro tampoco lo veo.

Otra posibilidad más, un trabajo de funcionario B (creo que se llaman) e intentar la promoción interna. Fuera de esas posibilidades, creo que me intentaría decantar por un trabajo donde tuviera que tener contacto con la gente e incluso con los idiomas. La verdad es que, en mi trabajo actual, cuando más a gusto me he sentido ha sido cuando trabajé con los franceses, coordinando el trabajo de hasta 30 personas. Algo así tampoco me importaría.

Por último queda la opción de un enchufe aunque, como no conozco a nadie que pueda enchufarme, tampoco es algo que considere.

¿Qué probabilidades/opciones tendrían cada una de estas posibilidades?. Las que son de opositar dependerían de que salgan puestos a oposición, algo que actualmente no está muy boyante y, luego, superar al resto de aspirantes.

Las de un trabajo que no tenga mucho que ver con mi experiencia actual, pues no sé muy bien de qué dependería porque ignoro cómo se mueven esas cosas. Aunque al menos creo que lo intentaría.

Por último, relacionado con mi trabajo actual, un puesto "directivo" lo veo complicado porque mi experiencia no sería mucho y dataría de hace unos cuantos años. Un puesto similar al actual podría ser factible y un puesto inferior al actual, incluso con la misma remuneración que la actual, sí creo que sería mucho más posible.

En cualquier caso, cuando tenga que preocuparme de ello, si es que tengo que preocuparme, ya lo haré :-D.

Un saludo, Domingo.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Un juego

Hattrick es un juego en línea al que llevo jugando prácticamente seis años. Me lo recomendó Olivier, un belga casado con una española al que el juego enganchó. Yo no veía claro que aquello me fuera a gustar y menos claro lo vi cuando tardaron un mes en darme el equipo. Pero me gustó y todavía me gusta. Supone un rompecabezas, una partida de ajedrez, semanal con un cierto componente, grande, de azar. Y como todos los sitios donde juega el azar puede pasar que ganes o que pierdas, independientemente del número de papeletas que tengas.

Esta temporada (cada temporada dura 4 meses) la cosa estaba muy igualada. De hecho, era prácticamente una reedición de la temporada anterior. Había dos equipos entre ligeramente y sensiblemente superiores al resto y, entre ellos, relativamente igualados. Sobre todo si le ganabas la partida tácticamente al rival y conseguías superar así la diferencia entre ambos. Quizás se haya notado ya que mi equipo no era el más fuerte de los dos :-). Quizás por eso te alegras más cuando ganas.

La temporada pasada, lo tenía muy bien para ganar la liga y subir de nuevo a IV (es decir, estar entre los 700 mejores equipos de los 60.000 o así que debe haber en España). Pero tropecé varias veces y al final me lo tuve que jugar a cara o cruz en el campo de mi rival. Una táctica sorpresa y algo de suerte nos hizo empatar a uno y él se llevó la liga. Eso sí, por tener un concepto ético del juego demasiado alto, tuvo que jugar un partido de promoción y allí volvió a tener mala suerte y no subió.

Esta temporada se encontraba todavía más fuerte si cabe. Yo también mejoré pero la balanza seguía ligeramente inclinada hacia su lado. El primer partido volví a sorprenderlo y volvimos a empatar en su campo. Esta vez además la suerte no influyó tanto, había casi un 40% de probabilidades de que empatáramos. El resto de la liga fue un pulso. Él tuvo mala suerte en un par de partidos y le saqué 5 puntos de ventaja. Yo sabía que alguna vez tropezaría y los 5 puntos se me antojaban pocos. Efectivamente, poco después perdí de forma aleatoriamente injusta (en el sentido de que mi rival solo tenía un 4% de probabilidades de ganar) y eso me obligó a cambiar el pie. Tuve que arriesgar al partido siguiente y gané el partido. Luego otro más facilito y de nuevo dos muy complicados que también salvé. Hasta entonces la cosa iba bien.

Mi injusta derrota la podíamos canjear por la suya de inicio de temporada y solo un empate nos separaba, a falta de tres partidos. El primero de ellos lo saqué con más facilidad de lo que esperaba. Mientras él tuvo mala suerte pero contra el peor equipo del grupo. Así que su mala suerte quedó en nada; ganó 0-5. Quedaban dos partidos, uno que me daba mucho miedo y el partido a muerte entre los dos. Efectivamente, en el primero me pasó lo mismo que le había pasado a mi rival. El motor aleatorio decidió que mi equipo iba a subestimar al contrario y al final de la primera parte perdía 2-0.

Hice los cambios oportunos (cuando haces la alineación dices qué cambios tienen que hacerse en caso de ir ganando, perdiendo, empatando, etc) y ... tuve muy mala suerte, fallando las cuatro ocasiones de que dispuse, pero tuve mucha suerte porque aparecieron los "eventos". Estos eventos son bastante raros, salen solo de vez en cuando y no es normal que aparezcan a pares, como aquella vez. Un evento de un jugador rápido (hay que tenerlos por este motivo) y otro de uno con experiencia igualaron el marcador. Dentro del mal, el menos. Aunque eso no evitaba que mi rival me hubiera dado caza. Igualábamos a puntos pero su mayor potencial hacía que él, con mejor diferencia de goles,estuviera por delante.

Y llegó el partido de hoy. Ambos hicimos nuestras apuestas. Él, con un equipo superior hizo lo que yo haría, intentó ser mejor en todas las líneas. Yo, tuve que concentrarme en mis puntos fuertes y me decanté por jugar un partido "a cara o cruz". Mi equipo fue un equipo asimétrico, mucha posesión de balón para tener ocasiones yo y que no las tuviera mi rival, un par de defensas fuertes y otra que era un coladero y un único ataque muy potente, ataque por el que podrían llegar hasta el 60% de las ocasiones. El resto, las desperdiciaría.

Y, con estos mimbres, hicimos la cesta. Al final, dos equipos de infarto, uno muy compensado y otro descompensado pero con más peligro que un mono con dos pistolas, una para cada gol. 2-2 hubiera sido el resultado normal y, a igualdad de puntos, otra vez hubiera ganado él por diferencia de goles. Un empate, a lo que fuera, hubiera sido además lo normal con un 37% de posibilidades. El resto, un 32% de posibilidades para mí y el 31% de posibilidades para él.

Y el azar decidió. Decidió además copiar lo mismo que había hecho la semana anterior para empatar: un gol de evento de jugador rápido y otro gol de evento de jugador con experiencia. Si raro es que te salgan dos eventos en un partido, más raro es que te salgan dos eventos en dos partidos y que además te proporcionen los 4 puntos que te hacen subir directamente, sin jugar promoción. Eso tiene un nombre en el argot de Hattrick, Er Jactrik E Asín.

Y nada, los próximos cuatro meses jugaré en IV división. Y, con suerte, no será más complicado que hacerlo en la división actual. Para muestra, dos botones. Mi rival por el ascenso ha sido el 6º mejor de los 1024 equipos que hay en IV (yo he sido el 55º) y mi grupo ha sido el 2º ó el 3º más fuerte, dependiendo de la vara de medir que escojamos.

Para hoy tenía pensado en hablar de otra cosa, pero ahora mismo se me ha olvidado. Bueno, ya vendrá.

Un saludo, Domingo.