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sábado, 7 de agosto de 2010

Plantar un libro

No sé si debería empezar con el juego de palabras de: plantar un libro, escribir un niño, tener un árbol o alguno similar. Y como no sé si debiera pues así empiezo y ya está.

Un compañero de trabajo, al que no conozco mucho, tenía un blog con una imagen donde aparecían tachadas las cosas que había conseguido: tener un hijo, plantar un árbol, escribir un blog (en vez de libro, claro está). Así que, puestos a ampliar la frase original, yo me he permitido también alterar el orden de los verbos y no solo eso, también analizar qué es lo que queda.

Plantar un libro: ciertamente no tiene mucho sentido. Como mucho, escribir uno y que resultara ser de cierto éxito. Según Google, actualmente hay (no sé si el número irá cambiando periódicamente) 129.864.880 libros publicados, entendiendo como libro ese ente abstracto con cuya concretización física a base de celulitis, digo celulosa, nos pasamos las horas y las horas.

Pues bien, de esos casi 130 millones de libros, ciertamente alguno habrá bueno y, sin que una cosa tenga que ver con la otra, alguno será leído masivamente. Como los árboles, algunos de esos libros pueden llegar a tener varias centenas de años y estar todavía en plena forma. Otros, en cambio, será por el exceso de riego, por la falta de abono o simplemente porque la tundra siberiana no les viene bien, morirán, o casi, al cabo de unos pocos años.

Tener un libro: Ahora con las versiones digitales ya no está tan claro lo que es "tener" un libro. Creo que Amazon había sacado una nueva versión de Kindle por unos 100 euros. Yo por ahora seguiré talando árboles o al menos leyendo los ya talados. Aunque, en un futuro, ¿quién sabe?.

Escribir un libro: Un blog no es un libro ... ni se le parece. Ya he comentado que me gustaría alguna vez recopilar este y, sin duda, un libro sería el formato más adecuado. Eso sí, libro de papel, para libro digital ya está el blog ... digo yo. Así que escribir un libro está todavía en el debe (o en el haber, según se mire). La verdad es que no me considero actualmente capacitado para escribir un libro. Al menos no para escribir un libro que me gustara leer. Cuando he escrito cualquiera de los mini-relatos, incluso cuando escribo en el blog, una buena parte del tiempo se va en documentación. La ventaja de saber, en general, buscar es que llegado el momento puedes salir del apuro. Sin embargo, no es en absoluto comparable a "saber" a secas.
¿Y se puede escribir un libro sin tener que llevar a cabo una labor de documentación encomiable?. Pues supongo que sí. De hecho, una compañera de trabajo escribió uno, aunque no sé cómo es. También es cierto que ella usó las bajas maternales para ello. A pesar de todo, 8 meses cuidando a dos niños se me antoja muy poco tiempo para escribir un buen libro.

Volviendo al tema, muchas veces me encuentro a mí mismo buscando alguna idea que me pudiera servir para un hipotético futuro libro y todo me parece muy trillado. El otro día sí que se me ocurrió una algo más original pero que no tengo muy claro que gustara a todo el mundo. En general la gente no suele gustar de la recursividad aunque hay bastantes obras, incluso alguna de cine que se atreve. Por supuesto la mayoría me gustaron mucho.

Plantar un árbol: teóricamente es la más fácil aunque tampoco es que sea trivial. ¿Dónde plantas un árbol? ¿qué árbol plantas, qué cuidados necesitas, usas semillas, plantones ...?. Yo estoy por plantar uno, cuando tenga hijos, intentar plantarlo usando semillas y que ellos vean su evolución. ¿Dónde?. Eso ya lo hablaré con mi mujer aunque una opción es empezar en la jardinera y acabar donde sea.

Tener un árbol: Eso sí que lo tengo ya. Más concretamente es un "naranjo" que da "kilos y kilos" de mandarinas. O al menos eso decía el anterior dueño. Bromas aparte, no aptas para neófitos, creo que será verdad. El mandarino está cargado este año y me da que me voy a hinchar ;-). También tengo otro árbol, el bonsái que parece cualquier cosa menos un bonsái. Hay que ver cómo le ha sentado el cambio a la jardinera al "jodío". Las ramas son larguísimas y más que se van a hacer. Cuando me toque podarlo me va a dar algo. Llegado el momento no sé si lo dejaré en la jardinera o lo trasplantaré a algún lado.

Escribir un árbol: Eso nunca lo he hecho. Como mucho no sé si alguna vez, de niño, habré lesionado alguno para ver cómo le salía la resina. De mayor, no es que haya lesionado pero sí que he podado ligeramente el mandarino. Ahh, y el bonsái. Que se me había olvidado en el apartado anterior y procedo a añadirlo.

Plantar un niño: Bueno, si lo consideramos como el paso previo a tenerlo, sin duda no me queda sino aprender de los amigos que últimamente están quedando embarazados. Ya les preguntaré a ver qué están haciendo :-O. Aunque uno me dijo que lo consideraba una lotería, que
él "metía" y esperaba a ver si le tocaba. Parece ser que sí que le ha tocado, esperemos que todo vaya bien :-). Otros en cambio dicen que no es necesario "buscarlo", que basta con dejar que te "encuentre". Claro que pasándolo al argot "silvítico" (silvicultural, silvicultúrico o simplemente selvático) más que plantarlo sería "plantearlo" :-).

Tener un niño: Todo llegará ...

Escribir un niño: Sí, eso me falta, todavía no lo tengo y voy a empezar a buscarle tatuajes ... Aunque, ahora que caigo, si a diferencia de su padre está preocupado por la caída del cabello, le aconsejaré que se tatúe una buena melena :-P.

Un saludo, Domingo.

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