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domingo, 7 de marzo de 2010

El año del Quijote

Este va a ser el Año del Quijote, lo sé. Quizás llega con cinco años de retraso pues para el resto de España ya fue su año en 2005, pero no me importa. Este año pueden pasar muchas cosas, algunas quijotescas, otras no tanto. Para empezar, ya he comenzado a leer el Quijote en francés ... pero lo he aparcado porque he visto que todavía me faltaba vocabulario. Así que lo he empezado también a leer en inglés.

La idea es leerlo en inglés, francés y español durante el año. Quisiera haberlo podido leer en uno de los idiomas para antes de la boda, pero no creo que tenga tiempo material para ello. De todas formas, no importa, la boda y la casa, la casa y la boda, son unos buenos molinos de viento a los que sí pienso vencer y a no tardar mucho. Supongo que este empecinamiento tiene que ver con aquel que me hizo leer el Señor de los Anillos en inglés aunque tardara 5 meses, pero aunque tenga que ver, no es lo único que me ha influido a tomar la decisión.

Evidentemente me ha influido el tener los libros que ya compré en su momento, también me ha influido el que El Quijote sea uno de esos pocos libros que empecé a leer en su momento y no pude acabar. Hará unos 20 años de ello (quien sabe si coincidiendo con las famosas inundaciones de Málaga en el 89). Recuerdo que leí la primera parte, que pasó sin demasiada pena o gloria. De hecho me preguntaba por qué contaban que mi tía se partía de risa leyéndolo. Y tras leer la primera parte, empecé la segunda ... y ahí me quedé. Llegué a una parte que me pareció especialmente árida y aburrida y no seguí.

De esta forma, El Quijote se unió a Cumbres Borrascosas, La Cabaña del Tío Tom, Moby Dick y posiblemente algún otro que no recuerdo. Ahh, sí, la Biblia, que me quedé en el Números, no sé si era ya algo premonitorio. Luego el tiempo me fue reconciliando con las novelas y me encantó Cumbres Borrascosas, me gustó mucho La Cabaña del Tío Tom y leí con cierta resignación aquellas largas descripciones de Moby Dick. En cambio El Quijote quedó siempre ahí como una espinita, clavada, hasta ahora que creo que es un momento tan bueno como otro cualquiera para quitarla.

Y quedaría la última aventura del Quijote, que no sería otra más que dejar los entuertos para quienes quieran desfacerlos :-). Pero bueno, como quiera que esa aventura no es en absoluto seguro que pueda llevarla a cabo, prefiero obviarla por el momento.

Un saludo, Domingo.

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