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sábado, 20 de febrero de 2010

Vuelta la burra al trigo

Podría referirme al Hattrick donde ya es casi seguro que mi equipo descenderá a causa, entre otras cosas, de que los goles, que se distribuyen al azar, caen siempre del lado equivocado :-).

Podría referirme a que vuelvo a escribir desde Linux, aunque esta vez en el ordenador de sobremesa en vez de en el portátil. Por cierto, Linux ha mejorado mucho y ahora está muy bien ... pero sigue teniendo como inconveniente, no ya que al final acabes en la consola de comando, sino que, si no sabes, te lo cargas con gran facilidad haciendo cosas que deberían ser seguras.

Podría referirme al fútbol de los sábados ya que la semana pasada no jugamos por la lluvia. Igualmente, este jueves pasado tampoco jugamos a causa de la lluvia. Hoy, en cambio, sí que hemos jugado ... y madre mía si he notado la inactividad. No tanto en el aspecto físico, que ahí no ha habido mucho cambio, como en lo relativo a la habilidad. He fallado dos goles cantados, he sido incapaz de hacer nada con el balón y encima éramos uno menos.

Pero no, me refería al trabajo. Lamentablemente vuelven los tiempos de incertidumbre con los que nos desayunábamos el año pasado. Y si bien es cierto que ya nos pilla vacunados, también lo es que llueve sobre mojado. Con este tipo de políticas lo único que consiguen es que no haya nadie que se sienta identificado con la empresa ni trabaje contento. Por si fuera poco, la metodología "Agile" (léase "ayail") se parece mucho a la improvisación, las formas hace tiempo que están perdidas y las excepciones parecen asentarse como normas. En ese ambiente no es extraño que haya pocas personas que sean optimistas con respecto al futuro.

En fin, podría seguir pero nunca he comentado mucho acerca del trabajo y no quiero empezar ahora. En vez de eso, empezaremos a darle vueltas a las cosas, por muy tontas que puedan parecer. En concreto, estaba empezando la entrada y pensaba en si algún día tendré que explicarle a un hijo lo que significa la expresión ya que entiendo que alguna vez la usaré. Pensé que, como ser fundamentalmente urbanita, quizás no haya conocido ningún burro en vivo.

Pero eso tampoco debería ser problema porque yo mismo solo he visto algún que otro rucho, incluyendo aquel en el que mi abuelo me subió cuando tenía yo 4-5 años (y todavía se podían ver en los pueblos tanto a estos como a las nobles acémilas). Igual para el trigo, pues yo mismo no habré visto más trigales que los que pueda haber cerca de las carreteras por las que alguna vez haya pasado.

Por otro lado, si la criatura tuviera que usar las dos manos para mostrar sus años, habrá recibido asignaturas de conocimiento del medio o, incluso mejor, Ciencias Naturales que es un nombre que me gusta mucho más y me trae mejores recuerdos. Es decir que probablemente sabría lo que significan cada una de las palabras por separado.

Pero, aún así, quedan otras dos dudas por resolver. La primera es si yo seré capaz de explicarle lo que significa. Esperemos que sí, que sea capaz o si no, mal vamos. Y la segunda es si esta expresión saldrá alguna vez de sus labios. No conozco ningún estudio al respecto, lo cual no significa, ni mucho menos, que no lo haya. Como digo, no conozco ningún estudio, o no lo he leído o lo he leído y no lo recuerdo que trate acerca de cómo se van creando/perdiendo ciertas expresiones.

Me resultaría interesante saber desde cuándo está el pobre jumento yendo y viniendo a la era. Pero es posible que la expresión esté en peligro de extinción. O incluso expresiones habituales ahora, tales como "Cambiar el chip", quizás tengan también un recorrido en el tiempo que no dure más de unos cientos de años, ¿quién sabe?.

No creo que yo vaya a ver su extinción. En todo caso el que podría verlas es Pepe. Casi 70 años y jugando al fútbol mejor que los que tenemos la mitad. Si hay alguien de nosotros que pueda verlo, ese es él.

Un saludo, Domingo.

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